¿Ves?
Ninguno de los que se fueron ha vuelto.”
(Canto del
arpista, anónimo egipcio)
Entre las posiciones del amor
ha escogido
el cuello de Nefertiti.
Bajo su bóveda
cada mañana
reposa exvotos cansados.
La mano del arpista inmola su silencio
evoca
para nosotros
la frente indeclinable de la reina.